Se me da por ser anacrónico en estos días y se me ocurre cantarles precisamente a los anacrónicos. Me parece increíble que algunos levanten banderas caídas en nombre de lealtades que no pueden aplicar para sus propias vidas. Si hay algo en lo que los seres humanos somos exigentes es en pedir coherencia entre la palabra y la vida, más aun cuando se es un “luchador social”. Una frase que me hizo retorcer de risa es aquella con la que remato esta canción “en la calle eres el Che y en la casa, Pinochet” y tenía pendiente ponerle música desde hace tiempo. En principio, le intenté en ritmo de marinera y por ahí quedó olvidada hasta hoy en la que una conversación la trajo de regreso, pero con ritmo de salsa (apenas). Aquí les dejo la letra entera con algunos enlaces para que los menores sepan acerca de los personajes de los que estoy hablando.
En la calle eres el Che y en la casa, Pinochet
Lo que te pasa es que no entendiste el comunismo
Y que rimaban revolución y corazón
Que te creíste todos los cuentos leyendo Sputnik
Y que Stalin no era más bueno que Gorbachov
Lo que te pasa a ti
Es tu gran confusión
Porque la realidad
No acepta tu ficción
Lo que te pasa es que Den XiaoPing
Te dijo un día que no importaba el color del gato, sino el ratón
Que el Libro Rojo era una biblia de perdedores
Y que la sangre capitalista era bermellón
Lo que te pasa a ti
Es tu gran confusión
Porque la realidad
No acepta tu ficción
Lo que te pasa es que abandonabas mujer e hijos
Y no por irte con la guerrilla sino al rumbon
Que tu conciencia intelectualoide se ablandaba
Con una nena a cada lado y un buen ron
Lo que te pasa a ti
Es tu gran confusión
Porque la realidad
No acepta tu ficción
Que en la calle eres el Che
Y en tu casa Pinochet
Entendiste el comunismo al revés
Bogotá, 13 de enero de 2014.